El descubrimiento de los yacimientos de oro y plata de América, el exterminio, la esclavización y el sepultamiento en las minas de la población aborigen, el comienzo de la conquista y el saqueo de las Indias Orientales, la conversión del continente africano en cazadero de esclavos negros: tales son los hechos que señalan los albores de la era de producción capitalista.
Karl Marx, El Capital, capítulo XXIV
Codex Kingsborough |
Los negros cautivos eran capturados por los portugueses en las costas africanas y llevados luego a lugares como Sevilla, puerto de América, donde eran vendidos en las gradas de la catedral, ante los ojos del mismo Dios que propiciaba y justificaba el saqueo del Nuevo Mundo. La llegada de los negros al continente americano propició la acumulación primitiva de capital por parte de las potencias europeas, lo cual permitió a España derrochar ríos de oro en guerras de religión al tiempo que cubría del preciado metal el interior de sus templos barrocos. Inglaterra, más práctica, financió con el botín americano, algo más tarde, la revolución industrial.
Siglos después, en 1936 el 12 de octubre fue declarado por el fascismo español como día de la Raza y de la Hispanidad. Ese día, el paraninfo de la universidad de Salamanca transfigurado en un aquelarre de simbolismos y gritos fascistas, fue testigo del ¡Mueran los intelectuales! ¡Viva la muerte! que un enaltecido Millán Astray espetara a un impotente Unamuno, quién presidía el macabro acto y hubo de abandonarlo entre intentos de linchamiento por parte de una multitud de brazos en alto. La prensa reaccionaria del día siguiente afirmaría: "La Fiesta de la Raza se celebró este año en Salamanca con excepcional y magnífica Solemnidad".
Unamuno sale de la Universidad de Salamanca tras su enfrentamiento con Millán Astray |
Acabada la guerra, el 12 de octubre de 1939 fue presidido por el caudillo, con una especial devoción a la virgen del Pilar, en Zaragoza. Durante el franquismo el 12 de octubre, día de la Raza, se convirtió en un momento de exaltación del movimiento nacional, hasta que en 1958 el régimen decidió cambiar oficialmente el nombre de la fiesta por el de Día de la Hispanidad, término más feliz y menos comprometedor.
Hoy, una España sumida en las tinieblas con el gobierno sectario, inculto y reaccionario de Rajoy al frente, celebra el Día de la Hispanidad. Hoy los responsables del empobrecimiento del país, el gobierno, los principales partidos, la monarquía, etc. se sientan a ver pasar el desfile de las armas españolas. Celebran el expolio de un continente, el genocidio de los pueblos originarios de América; celebran el imperialismo, el poder de los ricos sobre los pobres, la fuerza de la ignorancia y la superstición...
El día de la Hispanidad, 12 de octubre, es el día de la Vergüenza, donde las clases dominantes de España celebran su poder sobre los dominados, y estos reciben a la bota que les oprime con banderitas, cánticos y rebuznos.
La España que celebra representa la violencia, la ignorancia, la superstición, el atraso, el sectarismo, la intolerancia, el servilismo y el miedo. Hoy, 12 de octubre de 2012 sólo puedo decir:
¡Abajo esa España!
¡12 de octubre nada que celebrar!
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